- Odio lavar los platos y limpiar la mierda del perro.
- Odio que aprieten el pomo de crema dental por delante, que el agua del water gotee haciendo ruido, y odio el zumbido de la heladera.
- Odio quedarme sin cigarrillos cuando ya cerraron todos los negocios, odio fumar tanto, y odio que me digan "por qué no dejás de fumar?".
- Odio que me compadezcan, que sean condescendientes, y odio que sean insensibles, que les importe un carajo.
- Odio el tic tac del reloj a las 4 AM cuando me desvelo, odio escucharlo, porque me dice que no me dormiré aunque le haga callar.
- Odio repetir un No.
- Odio más aún recibir un No y odio no arriesgarme por el temor a recibirlo.
- Odio que no me entiendan un chiste, y odio saber que nadie lo entenderá de antemano.
- Odio la polenta, el arroz con leche y la comida agridulce.
- Odio que me digan que no entiendo, y odio no entender.
- Odio a los que hablan de fútbol sólo si su equipo gana, y odio a los que no saben hablar de otra cosa.
- Odio a los que me odian sin una buena razón, yo podría proporcionarles unas cuantas si me dieran oportunidad.
- Odio a los que creen que arreglarán algo a los golpes.
- Odio a la prensa oficialista, de cualquier pelo.
- Odio a la gente que habla a los gritos en los lugares públicos, como si nos interesaran las imbecilidades que están diciendo.
- Odio que piensen que obligatoriamente debo atender el teléfono si me llaman, y odio que me responda un contestador automático.
- Odio a los tipos que dicen que las mujeres son más inteligentes, sensibles o éticas que los hombres nada más que para ver si se levantan alguna.
- Odio que me digan que el mundo está lleno de minas, que si no es ésa será otra, como si diera igual.
- Odio a Greenaway y a Bergman, odio a los que dicen "no te gusta Bergmaaaaaannnn?" como si fuera condición necesaria para clasificar para homo sapiens.
- Odio a los intelectuales que no saben cambiar una bombilla pero te miran con asco si no sabés qué poeta francés dijo alguna vez cualquier boludez.
- Odio que me mientan cuando no pregunté.
- Odio a los que preguntan lo que no deben preguntar.
- Odio estar a la moda, y odio que se pongan de moda las cosas que me gustan.
- Odio conformarme.
- Odio que crean que su opinión cambiará mi vida.
- Odio a los que dividen el mundo en buenos y malos.
- Odio las peleas, y odio más que piensen que me gustan.
- Odio que me provoquen y luego me acusen de ser excesivamente duro en la respuesta.
- Odio que se queden con la última palabra, y odio que me acusen de querer tenerla siempre yo.
- Odio a los que miran a la mujer que me acompaña como si yo no estuviera presente.
- Odio a los sectarios, a los sexistas, a los racistas. Odio ser alguna de esas cosas a veces.
- Odio no saber que está pensando ella.
- Odio tener tantas manías.
- Odio que me apaleen "por mi bien", no gracias, puedo sólo.
- Odio a los que son profundos todo el tiempo, a los que sienten que cada pedo que se tiran cambiará el mundo.
- Odio no tener suficiente dinero como para olvidarme del dinero.
- Odio que me elogien justo antes de pedirme algo.
- Odio al canario Piolín, y al Correcaminos.
- Odio que me digan lo que creen que quiero oír.
- Odio a los bichos con alas, sean una mosca o un Boeing 747.
- Odio que me digan "te lo dije".
- Odio que se digan mis amigos quienes no me conocen.
- Odio las papas chips con gusto a jamón o a pizza (y odiaré la pizza o el jamón con gusto a papas chips cuando les descubra).
- Odio las bebidas diet con 0% de nada, odio la mayonesa sin huevo, la cerveza sin alcohol y la gente sin humor.
- Odio a los que no saben cuando no es momento para chistes.
- Odio olvidar tantas cosas, me impide hacer ésta lista mucho más larga.
