sábado, 21 de julio de 2007

Por la ventana

No estacionarse en el pasillo, - no voy a estacionarme, sólo camino un poco, espero que no venga algún reglamentarista a romper las pelotas.
Supongo que con estacionarse se referirá a quedarse ahí jodiendo y entorpeciendo el pasaje de camillas y tal, y no estoy haciendo nada de eso.

Cuando dijeron que lo iban a pasar a cuidados Intermedios me imaginé otra cosa, más parecida a un CTI.
La sala de Cuidados Intermedios del Hospital Policial al menos se parece más a un CTI, ésto parece un ala cualquiera con salas.
Paso de intentar entenderlo, supongo que aludirá al equipamiento más que a la configuración del edificio en sí.

Seguí caminando de un lado a otro, en la punta del pasillo hay una rubia que no está nada mal, a quién estará visitando...
Quedarse sentado mirándolo fijo como respira a duras penas es hasta morboso, y ese calor... por qué hará tanto calor en los hospitales ?
Una ventana abierta, ufff, un poco de aire fresco, la sensación de encierro es insoportable
Como odio los hospitales... cuánto hace ?, 2 años, ya dos años, como pasa el tiempo, mierda...




Había ingresado por tercera vez en el año, la enfermedad, su desgaste más bien, ya era claramente visible, no parecía una persona normal de esas que ves por la calle. Solo cabe esperar una visión así en un hospital supongo.
El día anterior había recobrado la conciencia que suponía definitivamente perdida por la constante medicación, "le vamos a modificar las dosis a ver si tolera bien el cambio", había dicho la doctora.
Parecía que sí.
Ya se habían ido todos, como casi siempre a esa hora, estábamos solos al fin; el hospital estaba en silencio.
Me acomodé en el sillón contra la ventana, la miré un rato y me puse a leer el suplemento de algún diario viejo que alguien habría llevado en los días anteriores, la madre, alguno de los hermanos, yo no compro diarios.


Levanto la vista y la veo con la cabeza de costado mirándome fijo.
- Hola pichona (sonrisas), necesitás algo ?
- , apenas podía escucharla
- qué querés, jugo ?
- levantarme
- ok, pará
La senté muy despacio y comenzó a bajar los pies de la cama.

- Necesitás ir al baño ?
- no, quedarme así..
Se acomodó sentada en la cama, con los pies colgando sin llegarle al suelo, mirando por la ventana hacia afuera, a las luces de Propios.
- no tenés frío ?
- no, estoy bien, sentate acá- le dió una palmadita a la cama a su derecha.
Me senté al lado suyo, también mirando hacia la ventana.
Ella me agarró la mano y recostó la cabeza en mi hombro sin decir nada.
Le pasé el brazo por la espalda intentando abrazarla despacio, el nudo en la garganta me impidió hablar, y nos quedamos ahí un rato sentados mirando para afuera.
Fue lo último que nos dijimos, lo último que no necesitamos decirnos.
Ya sabíamos...



El aparato que mide el pulso del viejo empezó a sonar de nuevo allá en la pieza, se le zafa del dedo y suena la alarma al no recibir lecturas.
Ahí sale mi vieja de la pieza a llamar a las enfermeras por enésima vez..
Le vendría bien irse un rato pero no quiere, y es lógico.
Como odio los hospitales...