Un bolerito
Es todo un problemón que me guste tanto la música pero sea tan tronco para bailarla.
Más allá de que en las circunstancias propicias uno deja de lado las disquisiciones académicas con tal de divertirse saltando un rato o mejor aún, bailar con alguien en especial, hay ciertas músicas que siempre me hubiera gustado bailar bien.
En una ocasión, hace añares, un amigo de la familia se casó con una mujer que era profesora de danza, incluso creo que había pasado por el SODRE o algún cuerpo de baile clásico. Obviamente la mitad de los invitados eran de ambiente, y yo recuerdo haber pasado la noche viendo cómo ellos y ellas se sacudían con todo el swing del mundo mientras yo no me decidía a siquiera mover un pie por temor a luxarme el tobillo.
Hay bailes que son especialmente placentaros cuando quienes bailan lo hacen con un mínimo de conocimiento, particularmente los bailes latinos.
Conociendo ésta dualidad gusto/torpeza, mi madre hace algunos meses me invitó a acompañarla a unas clases de tango, invitación que luego de meditar rechacé.
Por una parte mi vieja siempre ha bailado bien, mientras que los tipos de casi 2 metros no fuimos diseñados para éste arte.
Por otro lado una noche fui con mi hermano hasta el supermercado, y allí, entre la fruta, esquivando las redes de cebollas, las lechugas, mandarinas y morrones, habían dos parejas bailando tangos, posiblemente promocionando esas mismas clases a las que me invitaban.
En mi mente se creó la imagen de mi madre y yo bailando entre tomates y me dio fea impresión.
No obstante algún día, posiblemente me meta a alguna clase de baile.
Me encantaría poder bailar un bolero sin dejar lisiada de por vida a mi coyuntural y desafortunada pareja.
Hace algunos años pude ver un espectáculo de la fantástica Liese Lange llamado "Un bolero por favor".
Además de enamorarme de dicha cantante, como corresponde, pude conocer un bolerazo que cantó, del maestro João Bosco, la canción Dois Pra Lá, Dois Pra Cá.
Me van a disculpar si la pongo, pero he decidido comenzar a ensayar, aunque de momento sólo; me niego a arriesgar valiosas vidas humanas en el proceso de aprendizaje.
Abran cancha.
Dois pra lá, dois pra cá
Más allá de que en las circunstancias propicias uno deja de lado las disquisiciones académicas con tal de divertirse saltando un rato o mejor aún, bailar con alguien en especial, hay ciertas músicas que siempre me hubiera gustado bailar bien.
En una ocasión, hace añares, un amigo de la familia se casó con una mujer que era profesora de danza, incluso creo que había pasado por el SODRE o algún cuerpo de baile clásico. Obviamente la mitad de los invitados eran de ambiente, y yo recuerdo haber pasado la noche viendo cómo ellos y ellas se sacudían con todo el swing del mundo mientras yo no me decidía a siquiera mover un pie por temor a luxarme el tobillo.
Hay bailes que son especialmente placentaros cuando quienes bailan lo hacen con un mínimo de conocimiento, particularmente los bailes latinos.
Conociendo ésta dualidad gusto/torpeza, mi madre hace algunos meses me invitó a acompañarla a unas clases de tango, invitación que luego de meditar rechacé.
Por una parte mi vieja siempre ha bailado bien, mientras que los tipos de casi 2 metros no fuimos diseñados para éste arte.
Por otro lado una noche fui con mi hermano hasta el supermercado, y allí, entre la fruta, esquivando las redes de cebollas, las lechugas, mandarinas y morrones, habían dos parejas bailando tangos, posiblemente promocionando esas mismas clases a las que me invitaban.
En mi mente se creó la imagen de mi madre y yo bailando entre tomates y me dio fea impresión.
No obstante algún día, posiblemente me meta a alguna clase de baile.
Me encantaría poder bailar un bolero sin dejar lisiada de por vida a mi coyuntural y desafortunada pareja.
Hace algunos años pude ver un espectáculo de la fantástica Liese Lange llamado "Un bolero por favor".
Además de enamorarme de dicha cantante, como corresponde, pude conocer un bolerazo que cantó, del maestro João Bosco, la canción Dois Pra Lá, Dois Pra Cá.
Me van a disculpar si la pongo, pero he decidido comenzar a ensayar, aunque de momento sólo; me niego a arriesgar valiosas vidas humanas en el proceso de aprendizaje.
Abran cancha.
Dois pra lá, dois pra cá
Sentindo frio em minh'alma
Te convidei pra dançar
A tua voz me acalmava
São dois pra lá, dois pra cá
Meu coração traiçoeiro
Batia mais que o bongô
Tremia mais que as maracas
Descompassado de amor
Minha cabeça rodando
Rodava mais que os casais
O teu perfume gardênia
E não me pergunte mais
A tua mão no pescoço
As tuas costas macias
Por quanto tempo rondaram
As minhas noites vazias
No dedo um falso brilhante
Brincos iguais ao colar
E a ponta de um torturante
Band-aid no calcanhar
Eu hoje me embriagando
De whisky com guaraná
Ouvi tua voz sussurrando
São dois pra lá, dois pra cá.
João Bosco & Aldir Blanc