jueves, 15 de noviembre de 2007

Cuarentón

El tiempo pasa valor...hoy, así como bobeando cumplo 40 años.
Casi nada, el tiempo no me ha dado para casi nada.
En éstos años he tenido algún blog (pero eso ya se sabe), he sido estudiante, hijo, padre y padrastro aunque suene mal, marido, novio, amante, he sido sido enfermero (por desgracia) y dibujante, empleado de videoclub y vendedor de cursos de inglés (aunque ahí duré poco).

No he podido por falta de tiempo o posibilidades hacer muchas cosas, son las pendientes de hacer en los próximos 40.
Fa!, pensé en lo rompepelotas que puedo llegar a ser con 80 años si a los 40 soy así... y me corrió un sudor frío, y bueno, que se manejen los que me tengan que bancar.

Algunas cosas he podido hacer, pude estar dentro de una pirámide en Egipto, eso es bastante piola, también subí a algunas en México, y eso me gustó más.
He dado la vuelta al mundo, hice rafting en Nepal, estuve en un pueblo fantasma en el oeste, presencié el parto de mi hijo, aprendí guitarra, hice pegatinas alguna madrugada montevideana, charlé con Quino, dibujé para Dieste, y estuve al lado de Ray Charles, aunque él ni me miró (chiste malo, lo sé); llamé a alguna radio y una vez gané un cassette de Depeche Mode en una.

Me quedé anclado en Hong Kong por un problema de visas y dormí en un hotel que tenía manchas de sangre en las paredes y rejas en las puertas de las piezas; casi me morí alguna vez en Suiza en mi luna de miel; fumé todo lo fumable, o casi, tomé todo lo tomable, al menos todo lo que me pasó cerca; abandoné alguna vez a alguien, y me abandonaron varias veces también.

Me emborraché algunas noches bastante depre en el Soho, en Nueva York, estuve con un par de mujeres que quise en París, hice un crucero por el río Nilo, jugué a la ruleta en Las Vegas y gané (11 dólares), para mi una fortuna que me pagó una noche en un hotelucho; me dormí una noche manejando un coche por hacer 300 km para ver a una mujer que ya no me quería pero yo sí a ella, estuve en alguna fiesta que se fue de mambo, y en muchas aburridísimas.

Me enamoré pocas veces, y alguna vez reincido casi sin darme cuenta.
He tratado de ayudar a quienes he podido, he recibido más ayuda de la que merezco en ocasiones.
He visto morir gente amada, y he creído que moriría sin poder seguir adelante.
He sido de una fidelidad perruna a veces, de una inconstancia infame otras, he sido odiado por varios ex, más de media decena que yo sepa, y he odiado también yo a algunos que vinieron después de mí, al menos a un par.

Soñe con ser un gran arquitecto, un gran marido, un gran diseñador, soñé y sueño con sacarme el 5 de oro para no pensar nunca más en la guita y dedicarme a las cuestiones importantes, sueño con ser un buen padre (y lo intento a diario), procuro actuar casi siempre como lo haría un buen tipo, y quizás lo sea a pesar de algunas cagadas.

Estudié arquitectura y diseño web, he sido un buen nadador y un mediocre basquetbolista, jugué bolita y arrimadita, fútbol de salón y mancha venenosa, hice judo, inglés con una profe de la que me enamoré perdidamente, aprendí a hacer guiso de lentejas y me olvidé, ví mi casa quemarse y mi auto flotar aguas abajo por alguna calle de Parque Batlle.

He tenido todos los tics nerviosos habidos y por haber, y he mantenido la calma en los momentos más desesperantes. He tomado decisiones durísimas sin asomo de duda ni culpa, y he hecho un gran circo de indecisión para invitar a salir a una mujer alguna noche.

He plantado un árbol, he tenido un hijo, pero no he escrito aún ningún libro, estoy averiguando si me toman como parte de pago las pavadas escritas en algún blog.
No me he metido en la vida de nadie, no me he dedicado a ver qué cosas hace mal mi vecino, he procurado vivir y dejar vivir, y he sido y soy bastante amargo cuando siento que no hacen lo propio conmigo.

En la cama jamás he preguntado "qué tal estuve", y quizás por eso nunca me han dicho que estuve mal; me han acusado de celoso y de indiferente, de exigente y de permisivo, de modesto y de agrandado.
Intento evitar los clichés, más por pudor que por otra cosa, y nunca me ha gustado estar en alguna fila.
No he podido superar la timidez que me acompaña desde la infancia, desde los 6 años para ser exactos.
Desde hace al menos 20 años soy bastante pedante, me considero un tipo culto y tengo una excelente opinión de mi intelecto aunque queda mal decirlo.

Me han gustado y me gustan las minas con personalidad fuerte y boca grande.
He tenido relaciones largas, y no hablo de mujeres, hablo de todas las relaciones, mujeres y amigos. Siempre han sido pocas y pocos, es cierto.
Mujeres nunca más de una a la vez, amigos muy contados pero consecuentes, son opciones, esa ha sido la mía. Y cuando me han fallado han desaparecido de mi vida como si murieran, no sé por qué, pero así ha sido, posiblemente no soy demasiado bueno olvidando.


A la hora de escoger alguna canción pensé en primer lugar en Años, de Pablo Milanés, y filosofar pretenciosamente sobre el paso del tiempo.
Luego se me antojó mejor Testamento, de Silvio Rodríguez, un temazo que me permitiría chapucear en torno a todo lo que me ha faltado hacer (quizás a eso le dedique otro post y chau).
También pensé en recurrir a algo más naíf, tontear adornando ésto con el Cumpleaños Feliz de Las Ardillitas.
Finalmente decidí homenajearme con el mejor grupo de rocanroll de todos los tiempos.
Y bueno, me lo merezco, aunque más no sea por esas canas..
Así que acá van dos de Ramones, con pogo y todo che, Rock'n'Roll High School y Poison Heart.