una de cal, tres de arena
En boca cerrada...
La semana pasada la abuela materna de mi enano decidió que él no debía creer más en Papá Noel.
Así que procedió a informarle sobre la inexistencia de éste personaje, sin consultarlo conmigo, claro.
Vine a saberlo hace un par de días... y me pregunto... no debería ser yo quien decida cuál es el momento ?
Dónde estaba ésta inconmensurable fuente de sabiduría antes, cuando las papas quemaban ?, escondida debajo de qué mesa ?, dónde estaban ese cúmulo de verdades absolutas ?, dónde estaba esa verborragia a la hora de revelar la naturaleza del mundo a mi hijo ?, dónde estaba cuando él quería saber sobre el amor, sobre el sexo, sobre la muerte ?
Dónde a la hora de los detalles escabrosos, de las respuestas dolorosas, dónde a la hora de llorar con él ?
Dónde estaba cuando él necesitaba respuestas EN SERIO ?
Qué lástima que no se quedó allí donde ha estado en todas esas ocasiones, que lástima que justo en ésta decidió salir de la cueva.
Casi nada...
Hoy cumplen años de casados la Bruja y el Cuervo, y son como 17 años !!
Un pedazo !! Si parece que fue ayer... bueh, capaz que anteayer... quiero decir, si no parece que haga tanto... no?
Desde aquí su hermano mayor (o sea yo) les manda besos, abrazos, palmaditas, tirones de oreja, etc.
Por 17 años más, salú !
Redondeo...
En menos de una semana se cumplirá un año desde que publiqué la primer entrada en éste, mi primer blog.
Es por eso que inicio la cuenta regresiva con algunas entradas en los días sucesivos, con algunos balances, estadísticas y curiosidades de éste primer aniversario.
No es moco de pavo, no es fácil mantenerse elucubrando cosas con las que atormentar a los sufridos visitantes a lo largo de todo un año, no vaya a creer, che.
Llega la hora de repasar lo que han sido éstos meses de vida blogueril, a modo de redondeo, de balance.
Muchas cosas me han quedado de ésta experiencia, algunas buenas y otras malas.
Es buena ocasión de repasarlas, aunque sea las buenas, que las malas sirven más que nada para valorar más a las primeras.
Música y saludo...
Hace días que tengo en mente poner unas canciones de los ochentas de una de las voces a mi entender más singulares de esa década, Jimmy Sommerville.
Una con Bronski Beat, "Smalltown Boy", un clásico, y dos con los Communards, "Don't Leave Me This Way", y "I Never Can Say Goodbye", las tres infaltables en cualquier baile de aquellos días.
Aprovecho el recuerdo para enviarle un saludo de cumpleaños atrasado a un fanático de la música de ésta época, aunque él en esos tiempos era un bebé de pecho, no como yo que ya peinaba canas :P.
Ojalá le gusten éstas canciones, o al menos le evoquen algún momento grato, que nunca viene mal.
De todas formas a mí si me gustan, ahi van...