domingo, 17 de febrero de 2008

Zen

Ayer el día comenzó bastante complicadito.
Tengo un trabajo que quería terminar para el lunes y dos más por empezar.
Así que me levanté temprano, y 8 y media estaba sentado con el café frente a la computadora, revisando correo, leyendo algunos blogs antes de meterme de plano en el trabajo.
Pero sin previo aviso la máquina se apagó.
Revisé los cables y volví a encenderla, pero a los 2 ó 3 minutos volvió a apagarse, y ya no volvió a arrancar.
A éstas alturas creo que voy precisando como mínimo una bruja, o un mago salado.

Hacia mediodía me prestaron otra máquina salvadora, para poder seguir, aunque ya se me fue todo el día en instalarle todo lo necesario para continuar trabajando allí.
Por otra parte es mucho más lenta que la mía, y cuando estás acostumbrado a una velocidad, bajarse no es sencillo.

Mi humor ha estado, en consecuencia, bastante lejos de ser el ideal, pasé el día mirando barritas de progreso de instalación de los programas, avanzando con exasperante lentitud, 2%... 5%...5%...5%...6%...arghh!!
Y por supuesto mientras tanto la manija interior... "éstas cosas sólo me pasan a mí", "no sale una bien", "la re#@#&$...", etc.

Por fortuna no todo fue malo ayer, y de a poco las nubes se fueron despejando, un poco resignado a que más no podía hacer, otro poco con alguna charla que me cambió los ánimos.
Así que anoche acabé de un inesperado buen humor, sentado ahí afuera en la oscuridad escuchando música, y entrando de tanto en tanto a cambiar de disco y volviendo a salir a disfrutar de un cielo estrellado casi perfecto.

Hoy he vuelto a madrugar, para ver si tengo mejor suerte que ayer.
Por lo pronto he amanecido sumamente zen, ojalá dure, con éstos cambios de humor nunca se sabe cuando llegue la tormenta.



La musiquita, obvio, la que anduve escuchando anoche.
Mientras oía desde afuera pensaba, "ahora entro a buscar los videos en Youtube antes de irme a dormir, y mañana lo posteo".
Así lo hice ya pasada medianoche, y acá van, dos de Dido, de esas que podría escuchar mil veces, Here with me, que definitivamente me rompe la cabeza, y Thank You.