Mostrando entradas con la etiqueta Chopin. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Chopin. Mostrar todas las entradas

viernes, 21 de septiembre de 2007

La pianista



Teníamos un piano que ella tocaba siempre, y muy bien por cierto.
Usualmente de noche, sobre todo si el enano dormía en lo de la abuela, porque así dejábamos el apartamento a media luz, tomábamos algo y ella tocaba hasta tarde.

Había pasado algunos años sin tocar, y al volver a hacerlo comenzó con música clásica.
A veces íbamos a la feria de Tristán Narvaja a buscar partituras.
Con el tiempo comenzamos a bajarlas de internet, tanto clásica como rock, jazz, de todo un poco.
Recuerdo que tocaba y cantábamos a dúo Dream a Little Dream Of Me, de Mamma Cass, a veces le daba por Scott Jopplin, a veces Satie, y casi siempre Chopin.

Yo, que no era muy conocedor de Chopin, fui transformando esa música, en especial sus Nocturnos, en un sinónimo de aquellas tardecitas y noches, en que whisky de por medio, ella inundaba la casa de notas.
Me ha llevado largo tiempo lograr escuchar de nuevo a Chopin sin llorar, aunque aún no logro hacerlo sin que se me haga un nudo en la garganta.