Mostrando entradas con la etiqueta montevideo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta montevideo. Mostrar todas las entradas

jueves, 2 de agosto de 2007

Musica Urbana

La primer noche que dormí aquí, en la nueva casa, en Atlántida, noté la que quizás es la mayor diferencia con la vida en la ciudad, el silencio.
Cualquier noche vale como muestra, pero aquella primera noche fue de invierno y entre semana, no se trataba del momento de mayor actividad.
A la más absoluta oscuridad de una noche sin luna se agregaba un silencio casi doloroso, de esos que hacen a uno preguntarse si los tímpanos siguen en su sitio.
La falta de estímulo total no es normal para los sentidos, siempre algo oímos, algo vemos, algo sentimos aunque no nos demos cuenta, pero para algunos sentidos esa escasez de actividad parece más notable.

Posiblemente la gente de campo esté más habituada a ésta circunstancia, para mí, bicho urbano al 100% no lo era.
A poco más de un año de aquél día, ya no me doy cuenta de ese silencio, a veces me duermo con la Tv encendida, otras escuchando música, otras en silencio, pero ya no me resulta ajeno.
Ya lo ajeno es lo otro, lo que está fuera de sitio es el escape de esa moto que pasa a quién sabe cuántas cuadras alguna noche.

Me pregunto que ocurriría si hago el camino inverso, si podría acostumbrarme otra vez a la música urbana. En la ciudad esa música a veces suena más bajo, otras más alto, pero nunca se detiene.
Probablemente, y no sin dificultades, me acostumbraría, aunque con toda franqueza la ciudad debería darme algo muy valioso a cambio del silencio.



Como siempre una musiquita, usualmente desencadenante de éstos divagues.
Ésta vez un himno de Legião Urbana, Música Urbana 2, aparecida en su segundo disco, Dois, de 1986, aunque ésta versión en vivo es del Musica P/ Acampamentos, tan fantástica como la versión de estudio aunque distinta, más ruidosa.
De boca del gran Renato Russo incluso parece que esa Música Urbana fuera poesía, hasta la de un monstruo como San Pablo, que supongo será la que sirvió de inspiración.


Música Urbana 2



Em cima dos telhados
as antenas de TV
tocam música urbana,
Nas ruas os mendigos
com esparadrapos podres
Cantam música urbana,
Motocicletas querendo atenção
às três da manhã
É só música urbana.

Os PMs armados
e as tropas de choque
vomitam música urbana
E nas escolas as crianças
aprendem a repetir
a música urbana.
Nos bares os viciados
sempre tentam conseguir
a música urbana.

O vento forte seco e sujo
em cantos de concreto
Parece música urbana
E a matilha de crianças sujas
no meio da rua
Música urbana.
E nos pontos de ônibus
estão todos ali:
música urbana.

Os uniformes, os cartazes
Os cinemas e os lares
Nas favelas, coberturas
Quase todos os lugares.

E mais uma criança nasceu.

Não há mentiras nem verdades aqui
Só há música urbana.


Legião Urbana

viernes, 20 de julio de 2007

Montevideo me mata

Tener que ir a Montevideo es suficientemente malo; tener que ir a hacer trámites al centro ya es una calamidad.
Ayer tenía ese panorama por delante, cosa que me malhumoraba bastante.
Pero para colmo de males hubo que internar al viejo en La española, lo que transformó un rato de trámites en un día completo en la capital.

Yo soy un recién llegado a Atlántida, hace poco más de un año que vivo acá, luego de 38 años en Montevideo, o sea que soy más montevideano que cualquier otra cosa.
Sin embargo estos meses me han servido para contrastar la vida en ambos sitios desde una óptica diferente.

Uno viviendo allí no es totalmente conciente del desenfreno histérico en el que se vive.
En éste último año he tenido que ir 4 ó 5 veces, casi nunca por cuestiones gratas, y eso posiblemente influya.
Pero además el ritmo es desquiciante, vas llegando tranquilazo y comienzan a matarte a bocinazos, empujones, tipos se te cuelan hasta en la panadería, parece que todo fuera para ayer.
Lo más absurdo es que uno luego los ve llegar aquí de vacaciones y siguen histéricos, apurados por descansar, apurados por ir a la playa, prendidos del celular como si fuese lo que los mantiene con vida, urgidos por desestressarse cuanto antes; transforman las vacaciones en otra forma de stress.

Voy a tener que reconciliarme en algún momento con mi ciudad.
En algún momento tendría que visitarla porque sí, no por obligación, sin horarios ni compromisos.
También debería volver a verla de noche, hace años que no salgo de noche por Montevido.
Queda de deberes.

Canciones sobre Montevideo hay muchas y muy buenas.
Montelevideo me mata de la Tabaré es una de ellas, de allí el título.
Pero hay otra que es a mi entender la más bonita que se haya hecho a esa ciudad, y después de haber andado bastante lejos se resignifica ganando nuevos matices.

Además a mi viejo le encanta, así que ésta va por él también.
Me refiero a A la ciudad de Montevideo de Daniel Amaro, aunque para mi la mejor versión es la de Jorge Bonaldi con Los que iban cantando





A la ciudad de Montevideo



Casuales casualidades
me llevaron a nacer
en un lugar escondido
tan chatito y tan perdido
que en el mapa no se ve.

Al nacer era tan joven
que no supe comprender
las ventajas hemisféricas;
entrando por Sudamérica
me puse el mundo al revés.

Era el más joven del mundo
por eso me equivoqué.

Por las puertas de mi madre
al Uruguay me enhebré
y en menos que canta un gallo
por apurarme quedé
completamente uruguayo.

Desde entonces ya no pude
ser italiano después
ser inglés o americano,
árabe, venezolano,
español, suizo o francés.

Era el más joven del mundo
por eso me equivoqué.

No tengo rumbo o destino
ni tengo mucho que hacer,
voy cantando mis tangueces
que se parecen a veces
a la ciudad que dejé.

Si de nuevo me tocara
elegir para nacer
elijo el sitio escondido
tan chatito y tan perdido
que en el mapa no se ve.

Elijo Montevideo
aunque no sepa por qué
elijo Montevideo
para poderla querer
elijo Montevideo
para sufrir de tanguez.




Daniel Amaro
(versión Los que iban cantando)